Bunch of things

Es triste, o malo, o irresponsable de mi parte. Ya van como 3 veces que quise escribir sobre un encuentro muy bonito y me olvido, me cuelgo o me da paja y no lo hago. Pero recién ahora, que me sucede algo malo, o me siento muy triste, si tengo las fuerzas de venir a dejar una parte de mi vida documentada. Y está mal, lo bonito y los lindos momentos también importan.
Esperá, se me están cruzando muchas cosas en la cabeza, esto no tiene nada que ver con ninguna de las dos, pero me atormenta muchísimo; ir a la facultad de nuevo. Tener que pensar, y redactar textos a nivel universitario no es lo mismo que escribir párrafos en la secundaria, esto es un nivel que me da miedo afrontar y por momentos me hace llorar, me atemoriza en cantidades muy grandes.
Ese momento agradable del cual quería hablar es de cuando hubo una charla abierta sobre la comunidad LGTBIQ+ en mi ciudad, organizado por un colectivo de feministas. De otras charlas que se habían dado anteriormente solo fui a la primera, que fue acerca del aborto legal en Argentina, y me había gustado, así que tenía ganas de ir a otra más.
Quizás fue un encuentro medio corto para mí, pero el tiempo corre rápido y no nos damos cuenta de los horarios. Cuando algo nos gusta o estamos concentrados, es cuando el tiempo más vuela.
Ésto se dio en un bar, porque inicialmente se había programado como una charla al aire libre, pero esa noche estaba lloviendo, y decidieron hacerlo bajo techo para no suspenderlo otra vez (iba a hacerse la semana anterior a esa).  Así que después de eso nos quedamos con mi novio un rato, él comprando pañuelos, y yo aproveché para ir al baño. Cuando salí, él ya estaba hablando con dos personas, así que me uní.Me siento insuficiente, ¿para quién? para mi misma, no sé quién soy, que voy a hacer, en qué soy buena. No me gusto, no me agrado, ni física ni mentalmente, no soy inteligente, no sé hablar, soy menos que todos, no paro de compararme con la gente, todos son mejores, todos saben hablar, todos tienen temas de conversación, soy muy tímida, me preocupa todo, me siento incomoda en todos lados, no hablo, me quedo callada, no soy nada, soy un florero, no hablo con la gente, no puedo iniciar una conversación por mas que muera de ganas por hacerlo, no puedo, me da miedo, no se cómo hacerlo, no se como seguir esa conversación, no sé, no sé mucho, no sé nada.
Pero quiero aprender a ser fuerte, a ser independiente, y creo que esas son mis metas de este año.
Quiero poder enfrentarme a las cosas si algo no está bien, si algo no me gusta, si algo me afecta negativamente, ir de frente a solucionarlo. Quiero poder hacer cosas sin depender de nadie, no tener miedo a entrar a un kiosko para comprar unas galletas, quiero dejar de ser tan extraña, tan incómoda, quiero poder ir por la calle y liberar mi mente de esos típicos pensamientos sobre si la gente me mira, si piensan que soy horrible, si me ven desarreglada, quiero poder hacer una llamada telefónica sin que me de pánico hablar.
Me gustaría mucho también, dejar de tener tantos pensamientos negativos, dejar de enojarme por tantas cosas, y ser un poco más pacifica.

Toda esa bola de texto fue redactada en medio de llantos, y toda la energía negativa que estaba cargando, tenía que deshacerme de ella y descargarme.
Sobre el encuentro, fue lindo y me sentí feliz de poder conocer gente nueva, gente del mismo palo, gente que lucha por tus derechos también, gente que siente con sangre caliente y quiere hacerse oír, personas que tienen un pensamiento en común y es agradable. Si bien desde ese día no volví a tener contacto con ninguno de los dos, nos tenemos agregados en Instagram así que tenemos cómo contactarnos.
Y no hay mucho que hablar sobre lo malo que me estaba pasando, ya lo explayé en mitad del otro texto. Es eso, sentirme insuficiente hasta para mí misma, no saber mi rumbo y querer encontrarme. Quiero parar de tener estos pensamientos, quiero controlarme, lo necesito.